Capítulo 8
Algunos
de los que estaban escuchando la transmisión del partido de futbol, aquella
tarde, estaban furiosos. Todo iba bien. La sentencia. La transmisión.
Para
otros, todo iba bien. Menos, la sentencia.
La
radio, en algunas partes, ya no transmitía. Todo quedaba en suspenso, justo en
ese momento del penalty. A rabiar de la rabia y de la impotencia de los
acontecimientos, justo en ese momento.
Se
había ido la electricidad y no había energía para que los radios transmisores
recibieran la señal de la radio que estaba transmitiendo el partido de futbol
de esa tarde.
No
se sabe. Y así estaban.
Ahora
sudaban. Transpiraban. Resoplaban por la boca y por la nariz.
La
imaginación galopaba. Los corazones se agitaban.
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