Capítulo 7
El
árbitro temblaba.
Estaba
asustado por la decisión que había tomado. Miraba al jugador fauliador y sentía
que lo miraba con odio. Tal vez le estaba diciendo que esa patadita y esa zancadilla,
no eran para tanto. Quizás le estaba diciendo que por su culpa, las cosas
estaban como estaban.
El
árbitro estaba como a punto de palmotearle el hombro al jugador que había
cometido la falta. Pero no se atrevía. Perdía la autoridad en el campo. No
podía. No debía.
Las
cosas son como son. Y esas, como eran.
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